sábado, 15 de noviembre de 2014

Pequeña Orlando.

yo quisiera ser más como tú

haber nacido en otro mes
en otra ciudad
bajo otro nombre
tener otro sexo
otros hermanos
otros padres

y aún más
yo quisiera por un día ser tú
ver como ven tus ojos
probar a acariciar con tus manos
respirar con tus pulmones
echar a correr con tus piernas
poner la mano sobre el pecho
y que sea tu corazón el que lata
y luego
antes de ser yo de nuevo
yo quisiera besarme como besa tu boca
hablarme con tu voz
contarme tus secretos

2 comentarios:

  1. No creo que haya alguien que jamás haya deseado cambiarse de zapatos, aunque sea por un momento y descubrir cómo es que el otro mira lo que mira, como percibe en la punta de la lengua los sabores, cómo ve el camino frente a él/ella, cómo fluye su corazón en los oídos por las noches...
    Qué será poder sentirse en su propia sangre...

    Mi cabeza da mil vueltas ahora...
    Eso de los besos y su boca, me tendrá pensando buen rato.

    Me ha encantado leerte...

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  2. Qué hermosa declaración de principios Alba. Me vino a la cabeza, por cierto, este poema de Ángel González:

    "Quise mirar el mundo con tus ojos
    ilusionados, nuevos,
    verdes en su fondo
    como la primavera.

    Entré en tu cuerpo lleno de esperanza
    para admirar tanto prodigio desde
    el claro mirador de tus pupilas.

    Y fuiste tú la que acabaste viendo
    el fracaso del mundo con las mías."

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