viernes, 27 de julio de 2012

Born to die.

Como desearía no haber querido nunca huir de aquí,
decir me vale y me sobra
con escribir poesía en cuadernillos,
vivir en esta ciudad
de cuatro habitantes por kilómetro cuadrado,
y una vaca.

Como desearía evitar
la eterna expiación del abandono
de las cosas irrecuperables como el tiempo
y su materialización
en días
no vividos.










martes, 24 de julio de 2012

Luis.

Te quiero.

Te seguiré queriendo también dentro de cincuenta años.
Veré tu mano empujando las bicicletas de nuestros hijos,
acariciándoles el pelo cuando lleguen del colegio.
Te escucharé consolarlos cuando estén tristes:
les pondrás tiritas en las heridas,
les besarás cuando lloren,
les enseñarás a perdonar
y a pedir perdón.

Sonreiré
- tal y como hago ahora-
al verte aparecer por las esquinas,
por las puertas de la casa a la que llamaremos hogar.

Notaré
tu cuerpo al lado del mío todas las mañanas,
los dedos entrelazados bajo la almohada,
tu aliento haciéndome cosquillas en la nuca.


A la mierda los modernos.
Te juro que en esta vida no quiero otra cosa.  

sábado, 21 de julio de 2012

Infinito.

cuando respiras cerca de mi oído
me vacío de mí
salgo de mi cuerpo
nos veo a los dos
al conjunto que formamos
- al conjunto irrepetible que comienza
con mi boca sobre tu hueco supraesternal
y que no acaba -
y pienso
al vernos así,
solos, juntos e indefensos
que algo terrible vendrá a destruirnos


somos tan vulnerables con nuestro amor
parece tan fácil hacernos daño

dirán que es imposible tanta belleza

miércoles, 18 de julio de 2012

Por ahora y por entonces.

Pienso en ello como en un espacio vacío,
la distancia mínima entre dos cosas que deberían estar juntas y no lo están
- las ranuras, los umbrales,
una estría en la piel, una herida o un corte
la pupila oscura entre los párpados,
el aire que corre entre los cuerpos -.
Y es ahora,
al volver la vista atrás,
cuando relleno ese vacío
y le doy vida:
Te meto allí sin pedirte permiso,
 me coloco a tu lado
como si fueramos dos figuritas de madera
y ya no pudiesemos elegir.

Cierro los ojos y te cojo de la mano,
es otro verano distinto a este,
veo los árboles y las hormigas en la tierra.
Noto,
como si en verdad hubiese sido verdad,
tu piel caliente dentro de mi mano,
tus dedos que aprietan mis dedos.

Vivo dos vidas, amor.
Te quiero doble.






Cee

Pienso en ti, Cee. No hago otra cosa que no sea pensar en ti.  Sueño contigo cada noche. Ni siquiera desapareces al abrir los ojos. Te veo despertar, Cee, a mi lado día tras día. Cee, Cee, Cecilia. ¿Me estás esperando? Di que sí. Volveré pronto a tu lado y ya nada nos separará nunca. Pondré mi mano en tu cintura, Cee. Te besaré en la cara y en el pelo. Te abrazaré fuerte. Te haré el amor. Una y otra vez te haré el amor. Como aquel día de 1935, en la biblioteca.
Recuperaremos los días no vividos.
Lo juro.

martes, 17 de julio de 2012

Expiación.

Llegado el momento tendré que salvarle
del mundo, de las pestes, de la vejez,
de la curva que forme mi cuerpo,
de mí misma.
Empezaré ahora:
su catarsis será mi expiación,
la forma de pagar por lo no hecho,
por las ausencias
- por la única ausencia interminable
que nacía de mi cuerpo -
Le echaré de menos
y no podré decirlo,
me dolerá quererle
(me duele quererle ya)
me obligaré a pagar la deuda
- la única deuda interminable -
con aquello que vive bajo su piel.


viernes, 6 de julio de 2012

Psé.

Pienso en ti, en mí,
en los días no vividos.
Nos imagino camino del cine,
estrenaban Tokio Blues.
Y era Abril.
¿Sabes?
Era Abril.