miércoles, 8 de junio de 2011

Mañana será verano.

En frente de él, con los ojos cerrados, la única mujer que estaría siempre dispuesta a contarle todos los secretos. Pensó, o quiso pensar, que esa era razón sufiente para decirle la verdad. Que se lo debía. Estoy enamorado de L, dijo. La mujer cerró los ojos más fuerte y millones de arrugas le surcaron los párpados. Desde que era un niño. No puedo evitarlo. No puedo controlarlo. Ella no te quiere, susurró la mujer. Una sonrisa amarga cruzó por el rostro del hombre. Ella no me quiere y aún así eso no me duele tanto como no saber amarte a ti. No deberías haber dicho eso. Es la verdad. La mujer abrió los ojos y le miró. Sabes que yo no podré parar de esperarte, que no lo intentaré siquiera.  Hay más hombres. Sí, tú mismo lo has dicho. Hay más hombres que no son tú.

4 comentarios:

  1. No sé muy bien cómo he llegado a este blog, pero me alegro de haberlo hecho. Gran talento y muy buenos escritos :)

    Saludos.

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  2. Sobre entes magmáticos que nunca tuvieron magma de verdad, y la parecer, no la tendrán nunca. ;)
    Meredith

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