domingo, 16 de mayo de 2010

Con tan solo ser un poquito más fuerte.

La básica, instintiva y humana tendencia que nos inclina a amar lo que nos ama es la que me ha llevado a esta situación.
Hasta las rocas más firmes son erosionadas por el viento, imaginaros entonces lo que puede hacer conmigo, un grano de arena, todo un torbellino de afectos. Y decidme, si este torbellino frenase ¿no echaríais de menos su fuerza centrípeta?
Aún así nunca podrá la tierra mezclarse con el aire.

2 comentarios:

  1. nunca lo habia pensado, pero la verdad es que tienes toda la razon, cuanto mas nos qiere alguien, más qeremos... o creemos qerer.
    un beso!

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  2. um... yo pienso, siguiendo tu metáfora, que la tierra y el aire sí pueden unirse, de hecho el aire está en todos lados...

    Un saludo!

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